Pastel de queso al horno
En virtud de la buena acogida que tuvo la tarta de queso que llevé el domingo a la bodega, aquí tenéis la receta. No podemos llamarla “Quesada”, porque los ingredientes difieren bastante de la receta original de la misma (no lleva queso fresco de vaca, ni limón, ni canela, entre otras cosas), pero los resultados como pudisteis comprobar, son excelentes, teniendo en cuenta lo sencillo de su elaboración (no es vanidad, estaba muuuu rica).
Ingredientes (para un molde de unas 8 raciones)
300 grs. de nata (35%)
300 grs. de leche entera
250 grs. de huevo
30 grs. de Maizena
250 grs. de azúcar
350 grs. de queso tipo Philadelphia
1 nuez de mantequilla
2 cucharadas soperas de harina de trigo
Utensilios
Un molde para tartas antiadherente (puede ser redondo o rectangular, es cosa vuestra)
La batidora
Un bol grande
Elaboración:
Mis queridos Dummies; nos lavamos las manos y comenzamos (beberse el botellín es opcional ya que es un postre, pero con el calorcito de la primavera…) En primer lugar encendemos el horno por arriba y por abajo a 180º .Cascamos los huevos en un bol amplio; añadimos el resto de los ingredientes y los trituramos con la batidora (si queréis os presto mi maravillosa batidora roja, jejeje…). Debemos obtener una masa homogénea; la reservamos. Cogemos un trozo de mantequilla atemperada (vamos, a temperatura ambiente, que esté blandita) y untamos el molde, lo enharinamos (le ponemos 2 cucharadas soperas de harina de trigo y lo movemos como si estuviéramos buscando oro, para que la harina se pegue a la mantequilla y podamos desmoldar la Quesada con facilidad una vez horneada). Vertemos la masa en el molde (no debe superar los dos dedos de grosor, dedos normales y en horizontal) y lo introducimos en el horno durante 35-40 minutos aproximadamente (los tiempos de horneado son orientativos ya que van a depender de la potencia de nuestro horno). Para saber si está lista, sacamos el molde del horno con cuidado de no quemarnos y en el centro, clavamos un palillo; si sale limpio, ya está; si quedan restos, pues lo metemos 5 minutos más. Si vemos que se dora demasiado, desconectamos la parte de arriba del horno y dejamos que se termine con la de abajo). Dejamos que se enfríe y lista para comer. Las mermeladas de frutos rojos son un acompañamiento perfecto.
Si a alguien le gusta, puede ceñirse un poco más a la receta original y añadir canela en polvo (justo antes de meterla al horno), o la ralladura de un limón (siempre y cuando no se nos vaya la mano y la convirtamos en la famosa “Limonada Escribano”).
Muchas gracias y buena suerte.
Ingredientes (para un molde de unas 8 raciones)
300 grs. de nata (35%)
300 grs. de leche entera
250 grs. de huevo
30 grs. de Maizena
250 grs. de azúcar
350 grs. de queso tipo Philadelphia
1 nuez de mantequilla
2 cucharadas soperas de harina de trigo
Utensilios
Un molde para tartas antiadherente (puede ser redondo o rectangular, es cosa vuestra)
La batidora
Un bol grande
Elaboración:
Mis queridos Dummies; nos lavamos las manos y comenzamos (beberse el botellín es opcional ya que es un postre, pero con el calorcito de la primavera…) En primer lugar encendemos el horno por arriba y por abajo a 180º .Cascamos los huevos en un bol amplio; añadimos el resto de los ingredientes y los trituramos con la batidora (si queréis os presto mi maravillosa batidora roja, jejeje…). Debemos obtener una masa homogénea; la reservamos. Cogemos un trozo de mantequilla atemperada (vamos, a temperatura ambiente, que esté blandita) y untamos el molde, lo enharinamos (le ponemos 2 cucharadas soperas de harina de trigo y lo movemos como si estuviéramos buscando oro, para que la harina se pegue a la mantequilla y podamos desmoldar la Quesada con facilidad una vez horneada). Vertemos la masa en el molde (no debe superar los dos dedos de grosor, dedos normales y en horizontal) y lo introducimos en el horno durante 35-40 minutos aproximadamente (los tiempos de horneado son orientativos ya que van a depender de la potencia de nuestro horno). Para saber si está lista, sacamos el molde del horno con cuidado de no quemarnos y en el centro, clavamos un palillo; si sale limpio, ya está; si quedan restos, pues lo metemos 5 minutos más. Si vemos que se dora demasiado, desconectamos la parte de arriba del horno y dejamos que se termine con la de abajo). Dejamos que se enfríe y lista para comer. Las mermeladas de frutos rojos son un acompañamiento perfecto.
Si a alguien le gusta, puede ceñirse un poco más a la receta original y añadir canela en polvo (justo antes de meterla al horno), o la ralladura de un limón (siempre y cuando no se nos vaya la mano y la convirtamos en la famosa “Limonada Escribano”).
Muchas gracias y buena suerte.
Comentarios
la tarta estaba de vicio,aunque bien sabes tú que si nos haces una "cagarruta" (perdonad la expresión, por no decir mierda), con este etilazo que vistes, también nos la habríamos comido.
PD: a mí me gusta más sin mermelada
Besos.