Crema de calabaza y curry




Hace días hablábamos de no apartar los "platos de cuchara" de nuestras mesas durante el verano, pero eso no implica que no vayamos a disfrutar de cremas frías como la que nos ocupa hoy.
Tradicionalmente asociamos la calabaza al otoño, pero nada mas lejos de la realidad, puesto que al igual que sucede con los melones, (son de la misma familia), las hay de otoño y de primavera. Las de primavera tienen la piel más blanda y su color es menos intenso que las de otoño. 
Bien conservadas pueden durar meses en una despensa y, en la nevera, una vez que la hemos cortado, aguantan una semana perfectamente.
Son un dechado de virtudes para nuestro organismo; ricas en minerales, fibra y vitaminas A, C, B y E. 


Ingredientes para 4 personas

Cebolla dulce: 2 unidades
Puerro: 1 unidad pequeña
Calabaza: 1 kilo (en sucio). 
Agua: 700 ml.
Curry en polvo: 1 cucharada sopera
Sal 
Pimienta negra
Ajo morado: 2 dientes
AOVE

Utensilios

1 horno
1 bandeja de horno
1 fuente de horno
1 thurmix 
1 cacerola
1 colador chino
1 tabla para picar
1 cuchillo cebollero
1 puntilla
1 cuchara sopera

Elaboración

Manos limpias y botellín a mano.
Precalentamos el horno a 175º. Mientras tanto, pelamos la calabaza con mucho cuidado, le retiramos las semillas con ayuda de una cuchara sopera. La cortamos en dados de unos 3 cm aproximadamente, la extendemos sobre la fuente de horno, salpimentamos, añadimos un chorro generoso de aceite y los ajos sin pelar; al horno 50 minutos aproximadamente.
Al tiempo que se asa la calabaza pelamos y cortamos la cebolla en brunoise junto con el puerro. Lo pochamos a conciencia con un buen chorro de aceite hasta que adquiera un bonito color dorado.
Incorporamos la calabaza y la pulpa de los ajos al puerro y la cebolla, junto con el curry. Rehogamos un par de minutos a fuego fuerte y cubrimos con el agua. Dejamos cocer 5 minutos, triturar, pasar por el chino y llevar de nuevo a ebullición. Desespumamos si fuera necesario. Rectificamos y enfriamos rápidamente.

Nota: generalmente no pelo la calabaza para hacer cremas. ¿Por qué?: 2 sencillas razones. En primer lugar son indicaciones de "George Oliver"y en segundo lugar porque es ahí, (en la piel), donde se encuentra la mayor parte de su color. 

Nota 2: puede servirse fría o caliente. Como podéis observar, apenas si lleva grasa; si queréis darle un toque curioso pero menos "healthy" le añadimos un chorro de leche de coco...unos picatostes y a gozar.

Nota 3: Nora ha dicho que: "pues no está tan mala como pensaba...". Ya cambiaré la foto...








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