CREMA PASTELERA
La crema pastelera es una de las preparaciones básicas en el mundo de la repostería. Su elaboración es fácil y nos puede sacar de un montón de apuros ya que está indicada para rellenar tartaletas, profiteroles, tartas de manzana, bandas de frutas… Se compone de leche, huevos, fécula (harinas de trigo o maíz), azúcar y en función de nuestros gustos, la crema se puede aromatizar con vainilla (si la vaina es fresca; si es de Tahití mejor que mejor), pieles de cítricos, canela, cacó, café… Como habéis podido comprobar por sus ingredientes, pertenece a la familia de los flanes, púdines y demás. Según la finalidad que persigamos, la densidad de la crema será una u otra, por lo que deberemos variar las cantidades de los ingredientes y el tiempo de cocción. La receta básica es esta.
Ingredientes
1 litro de leche entera
3 huevos grandes
150 gramos de azúcar blanquilla
70 gramos de harina de trigo
Aromas (en este caso concreto, 1 naranja, 1 limón y 1 lima)
Utensílios
1 bol
1 varillas
1 lengua (Es un artilugio de silicona que sirve para apurar los ingredientes que se quedan adheridos en las paredes de boles, cazos…)
2 cacerolas
1 puntilla
Elaboración
Manos limpias. Con ayuda de la puntilla, retiramos la cáscara de los cítricos, teniendo cuidado de no quitar el ceste (la parte blanca de la piel) porque amarga. Introducimos las pieles en la leche, tapamos la cacerola y dejamos que ésta se caliente a fuego suave. Cuando hierva, apagamos el fuego y dejamos infusionar. Mientras tanto, cascamos los huevos en un bol, añadimos la harina, el azúcar y un poco de la leche (para que se disuelvan mejor los ingredientes, además de aumentar la temperatura de los huevos, dificultando el que se corten cuando añadamos el resto de la leche). Lo batimos enérgicamente hasta que obtengamos una mezcla homogénea. Retiramos las pieles de la leche y con cuidado comenzamos a incorporar la misma a la mezcla sin dejar de batir con las varillas (la leche no debe estar excesivamente caliente para que no se coagule el huevo). Ponemos la mezcla de nuevo en la cacerola y a fuego medio lo llevamos a ebullición sin parar de remover (se pega con una facilidad pasmosa; si se os agarra, ya podéis tirarla a la basura porque os aseguro que el sabor no es nada agradable), la dejamos cocer un par de minutos aproximadamente, que es el tiempo que tarda en cocinarse la harina y en adquirir la textura deseada. Reservamos la crema en un recipiente amplio (para que se enfríe antes) tapada con papel film para evitar que se formen costras. Una vez que se ha templado, conservamos en la nevera y la gastamos en las 24 – 48 horas siguientes a la elaboración (salvo que uséis huevo pasteurizado).
Ingredientes
1 litro de leche entera
3 huevos grandes
150 gramos de azúcar blanquilla
70 gramos de harina de trigo
Aromas (en este caso concreto, 1 naranja, 1 limón y 1 lima)
Utensílios
1 bol
1 varillas
1 lengua (Es un artilugio de silicona que sirve para apurar los ingredientes que se quedan adheridos en las paredes de boles, cazos…)
2 cacerolas
1 puntilla
Elaboración
Manos limpias. Con ayuda de la puntilla, retiramos la cáscara de los cítricos, teniendo cuidado de no quitar el ceste (la parte blanca de la piel) porque amarga. Introducimos las pieles en la leche, tapamos la cacerola y dejamos que ésta se caliente a fuego suave. Cuando hierva, apagamos el fuego y dejamos infusionar. Mientras tanto, cascamos los huevos en un bol, añadimos la harina, el azúcar y un poco de la leche (para que se disuelvan mejor los ingredientes, además de aumentar la temperatura de los huevos, dificultando el que se corten cuando añadamos el resto de la leche). Lo batimos enérgicamente hasta que obtengamos una mezcla homogénea. Retiramos las pieles de la leche y con cuidado comenzamos a incorporar la misma a la mezcla sin dejar de batir con las varillas (la leche no debe estar excesivamente caliente para que no se coagule el huevo). Ponemos la mezcla de nuevo en la cacerola y a fuego medio lo llevamos a ebullición sin parar de remover (se pega con una facilidad pasmosa; si se os agarra, ya podéis tirarla a la basura porque os aseguro que el sabor no es nada agradable), la dejamos cocer un par de minutos aproximadamente, que es el tiempo que tarda en cocinarse la harina y en adquirir la textura deseada. Reservamos la crema en un recipiente amplio (para que se enfríe antes) tapada con papel film para evitar que se formen costras. Una vez que se ha templado, conservamos en la nevera y la gastamos en las 24 – 48 horas siguientes a la elaboración (salvo que uséis huevo pasteurizado).
Comentarios
Mi tío Fernando cuando era joven era pastelero y de pequeño nos preparaba una tarta que consistia en alternas capas de hojaldre3 con nata, crema y mermelada de arándanos o frambuesa y os aseguro que es de las mejores que he comido nunca.