Botswana Boutchery
La Brújula hoy nos lleva al otro lado del mundo. Concretamente a Queenstown, Nueva Zelanda. Queenstown es mundialmente famosa por ser la capital de los deportes extremos (cualquier cosa que se os antoje de riesgo-aventura, se ha inventado allí, o casi). El pueblo es un sitio de ensueño; está a las orillas del lago Wakatipu, rodeado de montañas de casi 3000 metros… es una pequeña Suiza.
Botswana Boutchery es el restaurante más elegante de Queenstown con diferencia. Se encuentra en el 17 Marine Parade. Vamos, a tiro de piedra del lago. Es una bonita casa de 2 plantas con una estupenda terraza con chimenea. Te reciben con una enorme sonrisa y te conducen a tu mesa. En nuestro caso nos toco un reservado fantástico para 6 personas en la segunda planta, justo al lado de la bodega (que por cierto es una enorme cristalera que se comunicaba con nuestro comedor). Buena mantelería, cubertería, vajilla y cristalería (copas de Schott).
Tienen una carta de bebidas que da miedo verla. Cientos de vinos, cervezas, aguas, rones, cognacs, güisquis…
Como os habréis imaginado ya por el nombre la especialidad es la carne. Cuentan con distintos cortes de carnes como la Angus o la Hereford (fue la que yo elegí. 300 gramos limpios de lomo bajo poco hecho) además del aclamado cordero neozelandés. La guarnición y la salsa de la carne las combinas a tu gusto. Las primeras pueden ser elegidas en dos tamaños. Ambas se consideran extras y se pagan por separado. Las croquetas de patata y la salsa de Pinot Noir son una excelente combinación.
Aviso a navegantes. No es necesario que recurráis a los entrantes puesto que las raciones suelen ser pantagruélicas.
En el apartado de postres es muy recomendable su versión de la tarta de queso con fruta de la pasión.
En cuanto al servicio, atentísimo y lo mejor de todo: el precio. 30 euros por persona o lo que es lo mismo, 60 NZ $ (servicio no incluido). Para los curiosos nos bebimos: 3 Monteith´s Celtic Red Beer en el aperitivo. 1 botella de Torbreck Woodcutters 2007 Shiraz para los principales y para el postre una copa de Lake Chalice Botritys Riesling. El agua del grifo, muy buena…
Muchas gracias Damián por la recomendación.
Casi, Carmen, Jose y Cris, fuisteis una compañía excelente. Besos.
Botswana Boutchery es el restaurante más elegante de Queenstown con diferencia. Se encuentra en el 17 Marine Parade. Vamos, a tiro de piedra del lago. Es una bonita casa de 2 plantas con una estupenda terraza con chimenea. Te reciben con una enorme sonrisa y te conducen a tu mesa. En nuestro caso nos toco un reservado fantástico para 6 personas en la segunda planta, justo al lado de la bodega (que por cierto es una enorme cristalera que se comunicaba con nuestro comedor). Buena mantelería, cubertería, vajilla y cristalería (copas de Schott).
Tienen una carta de bebidas que da miedo verla. Cientos de vinos, cervezas, aguas, rones, cognacs, güisquis…
Como os habréis imaginado ya por el nombre la especialidad es la carne. Cuentan con distintos cortes de carnes como la Angus o la Hereford (fue la que yo elegí. 300 gramos limpios de lomo bajo poco hecho) además del aclamado cordero neozelandés. La guarnición y la salsa de la carne las combinas a tu gusto. Las primeras pueden ser elegidas en dos tamaños. Ambas se consideran extras y se pagan por separado. Las croquetas de patata y la salsa de Pinot Noir son una excelente combinación.
Aviso a navegantes. No es necesario que recurráis a los entrantes puesto que las raciones suelen ser pantagruélicas.
En el apartado de postres es muy recomendable su versión de la tarta de queso con fruta de la pasión.
En cuanto al servicio, atentísimo y lo mejor de todo: el precio. 30 euros por persona o lo que es lo mismo, 60 NZ $ (servicio no incluido). Para los curiosos nos bebimos: 3 Monteith´s Celtic Red Beer en el aperitivo. 1 botella de Torbreck Woodcutters 2007 Shiraz para los principales y para el postre una copa de Lake Chalice Botritys Riesling. El agua del grifo, muy buena…
Muchas gracias Damián por la recomendación.
Casi, Carmen, Jose y Cris, fuisteis una compañía excelente. Besos.
Comentarios
PD: al burguer no iremos ;-)