ALBÓNDIGAS DE MERO Y GAMBAS EN SALSA VERDE
Aprovechando la receta de la salsa verde vamos a preparar unas deliciosas albóndigas de mero (lo del mero es una mentirijilla, vamos a usar perca. No están los tiempos como para pagar precios prohibitivos por el mero, amén de no merecer semejante afrenta tan glorioso pescado). Es una receta fácil de ejecutar y barata, pero algo laboriosa por aquello de preparar la masa y dejarla reposar, la salsa…pero los resultados son excelentes. Os doy mi palabra.
Ingredientes para la farsa de las albóndigas
500 grs. de perca
1 tomate grande, maduro y firme
1 manojo pequeño de cebollino
40 grs. de pan rallado
3 huevos grandes
1 cebolla mediana (dulce)
250 grs. de colas de gambas
Sal
Pimienta blanca
Ingredientes para el rebozado
Harina de trigo
Aceite de oliva virgen extra
Ingredientes para la salsa
Consultar la receta del miércoles 21 de enero
Utensilios
1 cuchillo afilado
1 tabla para picar
1 puntilla
1 plato llano
Papel absorbente
2 cacerolas amplias
1 sartén mediana
1 pinzas
1 bol
1 cuchara
Elaboración
Manos limpias y botellín o copa de vino blanco, hoy es opcional.
Con ayuda del cuchillo y mucho cuidado vamos a proceder a picar los filetes de perca. Si disponéis de una batidora con accesorio picador o tenéis Thermomix, pues nada con unos “golpes” de turbo lo picáis rápidamente. Los reservamos. A continuación procedemos a picar las gambas en trozos no demasiado pequeños (para encontrarlos cuando nos comamos las albóndigas) y las reservamos junto con la perca. Picamos finamente el cebollino y lo añadimos al bol. Con ayuda de la puntilla y un poco de paciencia pelamos, despepitamos y picamos el tomate, destino, el bol. Pelamos y picamos la cebolla, la pochamos a fuego muy suave y la incorporamos al bol. Finalmente añadimos los huevos (cascados, se entiende), el pan rallado (ayudará a dar consistencia), la sal y la pimienta. Mezclamos todos los ingredientes con ayuda de una cuchara de madera – o de las manos si no os da asco y siguen limpias- hasta que obtengamos una pasta homogénea. Dejamos que repose en la nevera al menos un par de horas.
Mientras reposa la masa, hacemos la salsa verde como indicamos en la receta del miércoles 21 de Enero.
Transcurridas las 2 horas, nos armamos de paciencia y harina y procedemos a dar forma a nuestras deliciosas albóndigas. Añadimos una cantidad generosa de aceite en la sartén y la ponemos a su vez a fuego medio alto. Cuando el aceite se encuentre a 160º aproximadamente, comenzamos a freír las albóndigas. ¿Qué cómo sabemos cuando ha llegado el aceite a la temperatura deseada? fácil, metemos un codo, como cuando miramos a ver si el agua para bañar a nuestros niños está a punto…es broma. Justo antes de que el aceite comience a humear es cuando aproximadamente está a 160 170º.
Las freímos uniformemente hasta que adquieran un bonito color dorado, lo que aproximadamente nos puede llevar un par de minutos. Las escurrimos en un plato con papel absorbente y las reservamos. Cuando estén fritas todas, las introducimos en la salsa y dejamos que cuezan a fuego medio-suave durante unos 20 minutos aproximadamente. Probamos el punto de sal de la salsa y rectificamos si fuera necesario.
Cuidado mientras cuecen porque las muy pillinas tienden a agarrarse.
Como siempre que guisamos, si hacemos una buena tanda, podemos congelar y ser una vez más la envidia de la oficina.
Buena Suerte y Buen Provecho
Ingredientes para la farsa de las albóndigas
500 grs. de perca
1 tomate grande, maduro y firme
1 manojo pequeño de cebollino
40 grs. de pan rallado
3 huevos grandes
1 cebolla mediana (dulce)
250 grs. de colas de gambas
Sal
Pimienta blanca
Ingredientes para el rebozado
Harina de trigo
Aceite de oliva virgen extra
Ingredientes para la salsa
Consultar la receta del miércoles 21 de enero
Utensilios
1 cuchillo afilado
1 tabla para picar
1 puntilla
1 plato llano
Papel absorbente
2 cacerolas amplias
1 sartén mediana
1 pinzas
1 bol
1 cuchara
Elaboración
Manos limpias y botellín o copa de vino blanco, hoy es opcional.
Con ayuda del cuchillo y mucho cuidado vamos a proceder a picar los filetes de perca. Si disponéis de una batidora con accesorio picador o tenéis Thermomix, pues nada con unos “golpes” de turbo lo picáis rápidamente. Los reservamos. A continuación procedemos a picar las gambas en trozos no demasiado pequeños (para encontrarlos cuando nos comamos las albóndigas) y las reservamos junto con la perca. Picamos finamente el cebollino y lo añadimos al bol. Con ayuda de la puntilla y un poco de paciencia pelamos, despepitamos y picamos el tomate, destino, el bol. Pelamos y picamos la cebolla, la pochamos a fuego muy suave y la incorporamos al bol. Finalmente añadimos los huevos (cascados, se entiende), el pan rallado (ayudará a dar consistencia), la sal y la pimienta. Mezclamos todos los ingredientes con ayuda de una cuchara de madera – o de las manos si no os da asco y siguen limpias- hasta que obtengamos una pasta homogénea. Dejamos que repose en la nevera al menos un par de horas.
Mientras reposa la masa, hacemos la salsa verde como indicamos en la receta del miércoles 21 de Enero.
Transcurridas las 2 horas, nos armamos de paciencia y harina y procedemos a dar forma a nuestras deliciosas albóndigas. Añadimos una cantidad generosa de aceite en la sartén y la ponemos a su vez a fuego medio alto. Cuando el aceite se encuentre a 160º aproximadamente, comenzamos a freír las albóndigas. ¿Qué cómo sabemos cuando ha llegado el aceite a la temperatura deseada? fácil, metemos un codo, como cuando miramos a ver si el agua para bañar a nuestros niños está a punto…es broma. Justo antes de que el aceite comience a humear es cuando aproximadamente está a 160 170º.
Las freímos uniformemente hasta que adquieran un bonito color dorado, lo que aproximadamente nos puede llevar un par de minutos. Las escurrimos en un plato con papel absorbente y las reservamos. Cuando estén fritas todas, las introducimos en la salsa y dejamos que cuezan a fuego medio-suave durante unos 20 minutos aproximadamente. Probamos el punto de sal de la salsa y rectificamos si fuera necesario.
Cuidado mientras cuecen porque las muy pillinas tienden a agarrarse.
Como siempre que guisamos, si hacemos una buena tanda, podemos congelar y ser una vez más la envidia de la oficina.
Buena Suerte y Buen Provecho
Comentarios
creo que las voy a hacer mañana, fíjate tú por donde