PAPPARDELLE CON JAMÓN IBÉRICO Y PUERRO
Ante la falta de noticias de nuestros queridos italianos (Nicola, Simone, esto va por vosotros… Es broma, se que el “master del universo” os tiene absorbidos. Suerte), me veo obligado a ser yo el que se curre una receta con pasta. No va a ser lo mismo, pero vamos a ello.
Los pappardelle son un tipo de pasta similar a los fetuccini pero con un ancho que oscila entre 1 y 3 cm. Son originarios de la zona centro y sur de Italia. Por su forma, es aconsejable acompañarlos de salsas a base de tomate, elaboradas con caza, quesos o cremas. Es fácil encontrarlos secos, pero si tuvieseis la posibilidad de conseguirlos frescos, la receta ganaría muchos puntos. A mí personalmente me encantan y si no los encontráis frescos os recomiendo los de la marca De Cecco (Pappardelle nº 101). La receta de hoy es una variación de una que le vi hacer a Jaime Oliver hace unos días; me pareció interesante así que me puse manos a la obra y la españolicé. El resultado es sencillamente espectacular, sino, comprobarlo vosotros mismos.
Ingredientes (para 4 personas)
400 Grs de pappardelle frescos
200 Grs de paletilla ibérica (puede ser jamón serrano normal, pero cuanto más bueno esté el jamón…)
100 Grs de queso rallado de oveja al romero
4 puerros gordos
1 bolsa de costrones de pan frito (coge el rodillo y dales una buena tunda para que se rompan bien)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Pimienta negra
Azúcar
Unas gotas de aceite de trufa blanca (si no lo tenéis pues no pasa nada. Si lo tenéis, prepararos…)
3 ó 4 botellines de Mahou 5 estrellas a punto de congelarse
Utensilios
1 cacerola amplia
1 escurre pasta
1 sartén antiadherente grande
1 rallador
1 cuchillo
1 tabla
1 tapa para la sartén
Elaboración
En primer lugar nos lavamos las manos y abrimos un botellín; ahora estamos listos para comenzar.
Llenamos la cacerola de agua y la ponemos a calentar al fuego a potencia máxima. Mientras el agua se calienta limpiamos los puerros a conciencia, para evitar sorpresas desagradables. Los cortamos por la mitad y a su vez en rodajas de un centímetro de grosor. Ponemos un chorro bastante generoso de aceite en la sartén, incorporamos los puerros, añadimos un poco de sal para facilitarles el “sudado” y, aquí viene lo interesante, los cubrimos con las lonchas de paletilla como si de una tapa se tratara (que no queden huecos por ningún lado, así que no te comas el jamón antes de empezar). De ésta forma conseguimos un doble efecto: el puerro no se seca y adquiere el sabor del jamón. Además de la improvisada tapa de jamón, colocaremos una tapa a la sartén. Este proceso de pochado nos va a llevar uno 20 minutos aproximadamente a fuego suave (el puerro debe adquirir un bonito color dorado, no quemarse). Cuando estén listos los puerros, retiramos la tapa a la sartén, cogemos el jamón, lo picamos en tiras como de 1 cm. de grosor, lo mezclamos con los puerros y reservamos.
Añadimos la pasta al agua y si es fresca debería estar lista en unos 4 minutos; por el contrario si es pasta seca, tardará unos 10 ó 12 minutos (si no te fías, sigue las instrucciones que da el fabricante en el paquete). Una vez cocida, escúrrela y resérvala cerca porque la vas a necesitar en un par de minutos. Calienta la sartén antiadherente con un chorrito de aceite y añade los puerros y el jamón, para a continuación, incorporar la pasta y el queso rallado; saltéalo todo con energía y muele pimienta negra a tu gusto.
Cuando lo sirvas añade las gotas de aceite de trufa y el pan triturado (le aporta un toque crujiente interesantísimo. Puedes prescindir de el si no te va).
La primera vez que lo cociné lo acompañamos de una botella de Pago del Vicario Penta, que le vino como anillo al dedo. Interesante vino con una buena relación calidad-precio.
Buena suerte y Buen provecho.
Los pappardelle son un tipo de pasta similar a los fetuccini pero con un ancho que oscila entre 1 y 3 cm. Son originarios de la zona centro y sur de Italia. Por su forma, es aconsejable acompañarlos de salsas a base de tomate, elaboradas con caza, quesos o cremas. Es fácil encontrarlos secos, pero si tuvieseis la posibilidad de conseguirlos frescos, la receta ganaría muchos puntos. A mí personalmente me encantan y si no los encontráis frescos os recomiendo los de la marca De Cecco (Pappardelle nº 101). La receta de hoy es una variación de una que le vi hacer a Jaime Oliver hace unos días; me pareció interesante así que me puse manos a la obra y la españolicé. El resultado es sencillamente espectacular, sino, comprobarlo vosotros mismos.
Ingredientes (para 4 personas)
400 Grs de pappardelle frescos
200 Grs de paletilla ibérica (puede ser jamón serrano normal, pero cuanto más bueno esté el jamón…)
100 Grs de queso rallado de oveja al romero
4 puerros gordos
1 bolsa de costrones de pan frito (coge el rodillo y dales una buena tunda para que se rompan bien)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Pimienta negra
Azúcar
Unas gotas de aceite de trufa blanca (si no lo tenéis pues no pasa nada. Si lo tenéis, prepararos…)
3 ó 4 botellines de Mahou 5 estrellas a punto de congelarse
Utensilios
1 cacerola amplia
1 escurre pasta
1 sartén antiadherente grande
1 rallador
1 cuchillo
1 tabla
1 tapa para la sartén
Elaboración
En primer lugar nos lavamos las manos y abrimos un botellín; ahora estamos listos para comenzar.
Llenamos la cacerola de agua y la ponemos a calentar al fuego a potencia máxima. Mientras el agua se calienta limpiamos los puerros a conciencia, para evitar sorpresas desagradables. Los cortamos por la mitad y a su vez en rodajas de un centímetro de grosor. Ponemos un chorro bastante generoso de aceite en la sartén, incorporamos los puerros, añadimos un poco de sal para facilitarles el “sudado” y, aquí viene lo interesante, los cubrimos con las lonchas de paletilla como si de una tapa se tratara (que no queden huecos por ningún lado, así que no te comas el jamón antes de empezar). De ésta forma conseguimos un doble efecto: el puerro no se seca y adquiere el sabor del jamón. Además de la improvisada tapa de jamón, colocaremos una tapa a la sartén. Este proceso de pochado nos va a llevar uno 20 minutos aproximadamente a fuego suave (el puerro debe adquirir un bonito color dorado, no quemarse). Cuando estén listos los puerros, retiramos la tapa a la sartén, cogemos el jamón, lo picamos en tiras como de 1 cm. de grosor, lo mezclamos con los puerros y reservamos.
Añadimos la pasta al agua y si es fresca debería estar lista en unos 4 minutos; por el contrario si es pasta seca, tardará unos 10 ó 12 minutos (si no te fías, sigue las instrucciones que da el fabricante en el paquete). Una vez cocida, escúrrela y resérvala cerca porque la vas a necesitar en un par de minutos. Calienta la sartén antiadherente con un chorrito de aceite y añade los puerros y el jamón, para a continuación, incorporar la pasta y el queso rallado; saltéalo todo con energía y muele pimienta negra a tu gusto.
Cuando lo sirvas añade las gotas de aceite de trufa y el pan triturado (le aporta un toque crujiente interesantísimo. Puedes prescindir de el si no te va).
La primera vez que lo cociné lo acompañamos de una botella de Pago del Vicario Penta, que le vino como anillo al dedo. Interesante vino con una buena relación calidad-precio.
Buena suerte y Buen provecho.
Comentarios
¿El puerro hay que hacerlo a fuego suave o medio?
Muy recomendable el Consejo de la Alta Novo, si señor, un gran vino.
Saludos y disculpas por el "lapsus".
sólo tuve dos "problemillas" que para la próxima solucionaré:
- se me fue un poco la mano con la sal
- el queso no era demasiado cremoso y se hizo un poco bola el conjunto queso-jamón-puerro
PD: a ver si se anima el lonchas y se escribe alguna recetilla
Voy a poner el titulo de mi receta.
Huevos fritos con puntilla y patatas a lo miserable ( Nombre que les da mi Papi a las patatas a lo pobre).
PD: no creo que haya receta que se acerque a unos buenos huevos fritos con patatas...