Alcachofas cocidas
Durante años me he complicado la vida cociendo las alcachofas en un caldo blanco a base de harina, agua, perejil y limón. El nombre de blanco lo recibe por el color que le confiere la harina. El limón actúaba de antioxidante pero en mi opinión, les confería cierto sabor cítrico,(obviamente).
Últimamente he leído a varios cocineros, entre ellos Julen Bergantiños, (Islares), qué las cocía enteras y en agua con sal.
Decidí probar su método y el resultado ha sido mucho más que satisfactorio.
Rápido y sencillo
Utensilios
Cacerola amplia: 1
Tapa: 1
Cuchillo de sierra: 1
Puntilla: 1
Tabla de corte: 1
Bandeja: 1
Espumadera: 1
Ingredientes para 2 personas
Alcachofas: 6 unidades
Agua
Sal
Elaboración
Manos limpias y botellín a mano.
Llenamos de agua la cacerola y la ponemos a hervir. Cuando "rompa" el hervor, incorporamos la sal y las alcachofas. Al hervir de nuevo, las tapamos y dejamos que cuezan entre 20 y 25 minutos en función de su tamaño.
Transcurrido el tiempo, pinchamos con una puntilla para comprobar el punto. El cuchillo debe entrar sin dificultad, pero ojo, no queremos que estén pasadas.
Con ayuda de una espumadera las retiramos. Dejamos que se templen en la bandeja.
Con cuidado separamos las hojas más duras hasta llegar a las que tienen el color más claro que son las que nos interesan cortamos el tercio superior con ayuda del cuchillo y pelamos el tallo.
Ya están listas para consumir. Si no las gastamos inmediatamente, las conservaremos en aceite.
Ya tenemos listo uno de los ingredientes de nuestra siguiente receta.
Buena suerte y buen provecho.
Comentarios
¿Puedes decirme algún truco para hacerlas como flores a la plancha y no se desmonten?
En efecto, hay que hacerlo de fuera hacia dentro, con un buen punto de la alcachofa y Despacito...