Guisantes con jamón y huevo escalfado




Guisante (Pisum Sativum), arveja, chícharo...múltiples son los nombres que recibe esta planta trepadora perteneciente a la familia de las fabaceas. Es una leguminosa rica en hidratos de carbono,  vitamina C, proteínas y fibra. Puede consumirse fresca, congelada, en conserva, seca o en forma de harina.
Pese a que podemos consumirlos todo el año en diferentes formatos, de marzo a junio es el momento de consumirlos frescos. Los llamados "lágrima" se han convertido en un ingrediente fetiche en muchas cocinas. Su textura y sabor son únicos, así como su precio, (entre 200 y 300 euros el kilo), pero el trabajo que lleva desgranar un kilo de estas miniaturas no es tarea apta para cualquiera. Recuerdo unos que comimos en Coque con una mantequilla de leche de oveja, trufa y un huevo Poché...otros en La Tasquita de Enfrente...
Dejemos de fantasear y vayamos a un plano mucho más terrenal; los guisantes que están al alcance nuestras manos. En temporada nos podemos dar una vuelta por la frutería y si hay suerte, comprarlos en sus vainas, y con ayuda de los niños, (el que los tenga y quiera), desgranarlos y luego cocinarlos. Los que vamos a usar en la receta de hoy son congelados y de la marca Hacendado, concretamente, los denominados "muy tiernos Baby". 

Ingredientes para 2 personas

Guisantes "baby": 300 gramos
Jamón serrano: 75 gramos
Ajo morado: 1 diente
Agua
Sal
Pimienta negra
Huevos: 2 unidades
AOVE

Utensilios

1 sartén antiadherente
1 tabla
1 cuchillo cebollero
1 rollo de papel film
1 taza de café mediana o bol de dimensiones similares
1 cacerola mediana
1 escurridor
1 espumadera

Elaboración

Manos limpias y botellín a mano.
Ponemos a cocer el agua. Mientras rompe a hervir, picamos el jamón en tacos de 3 mm por 3 mm y los reservamos. Machacamos el diente de ajo y lo rehogamos suavemente con un buen chorro de aceite en la sartén durante un par de minutos. Añadimos el jamón y reservamos.
Cuando el agua comience a hervir, añadimos la sal y a continuación los guisantes. Contamos 4 minutos desde que rompa a hervir el agua de nuevo.
Los escurrimos y a continuación a la sartén. Subimos el fuego al máximo y rehogamos un par de minutos. reservar tapados.

Ahora viene la parte graciosa de la receta; el huevo escalfado o poché. Enjuagamos la cacerola donde hemos cocido los guisantes, la llenamos de agua y la ponemos a hervir otra vez.
Mientras tanto, y con ayuda de la taza y del papel film vamos a preparar un paquetito en el que meteremos el huevo que posteriormente coceremos. Me explico.
Cortamos un trozo de papel de unos 15 cm de largo. Forramos la taza con el, lo embadurnamos con aceite y colocamos el huevo, (cascado, se entiende), le añadimos una pizca de sal y lo cerramos.
Introducimos en el agua hirviendo durante 4 minutos. El hervor debe ser muy suave. Retiramos con la ayuda de una espumadera y enfriar ligeramente.

Nos aseguramos que los guisantes estén calientes. Los colocamos en el fondo de un plato hondo y a continuación abrimos el paquetito en el que se encuentra el huevo y coronamos con él nuestros fabulosos guisantes. Terminamos con una pizca de pimienta negra recién molida y unas gotas de aceite.

Nota: los guisantes de la foto llevan bacon y no jamón. Si no hay jamón el toque ahumado del bacon les va muy bien. En próximas entregas escalfaremos un huevo a la manera tradicional. Por cierto, el huevo de la foto también está ligeramente roto pero era la imagen disponible; son las cosas del directo.

Buena Suerte y Buen Provecho.





Comentarios

C. Pérez ha dicho que…
Este plato estoy deseando comerlo, pero hecho por ti.
De nuevo, pintaza!!!
Jose ha dicho que…
Muchas gracias. Avísame el día que quieras comerlo...para tener ingredientes.
Lola ha dicho que…
que rico, tengo guisantes frescos, lo voy a hacer ahora mismo!!!
Anónimo ha dicho que…
Mucho mejor si los guisantes son frescos, dónde va a parar...ya nos contarás que tal ha salido.
Besos.

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