Pollo con salsa de mostaza y anacardos

Pollo con mostaza y anacardos

La receta con la que vamos a inaugurar esta nueva etapa son unas pechugas de pollo a las que le vamos a dar un poco de alegría con una generosa cantidad de mostaza y un toque crujiente con los anacardos. De esta forma alegramos un poco las pechugas que a mí, personalmente, me parecen bastante "sosas", y le añadimos el toque de un ingrediente que se ha vuelto un básico en nuestra despensa: los anacardos (Anacardium Occidentale). Son ricos en cobre, hierro, vitaminas y ácidos grasos insaturados, entre otros.

Tras esta pequeña "chapa" vamos a lo que nos interesa, la receta.

Ingredientes para 2 personas:

Pechugas de pollo: 400 gramos

Cebolla dulce: 1 unidad (pequeña)

Ajo morado: 1 diente

Vino blanco: medio vaso

Nata o leche: 1/2 vaso

Caldo de pollo: 1 vaso

Mostaza de Dijon: 2 cucharadas soperas bien colmadas

Sal

Pimienta negra

Anacardos: 50 gramos

AOVE: cantidad suficiente

Utensilios:

1 Tabla de corte

1 Cuchillo cebollero

1 Puntilla

1 Sartén antiadherente grande

1 colador chino

1 batidora

1 jarra para la batidora

Elaboración:

Manos limpias (ahora y siempre...) y botellín fresquito a mano.

En primer lugar ponemos a calentar la sartén y salpimentamos las pechugas. Añadimos un poco de aceite a la sartén y cuando se caliente bien marcamos las pechugas a fuego medio - alto un par de minutos por cada lado. Las queremos con un bonito color pero no queremos que queden completamente cocinadas. Las reservamos.

Mientras las pechugas se doran, picamos la cebolla en mirepoix, el ajo en brunoise y lo doramos en la sartén, aprovechando la sustancia que nos han dejado las pechugas, (añadir algo más de aceite si fuera necesario). Para aquellos que no recuerden cuáles son los cortes mirepoix y brunoise deben indagar en entradas antiguas de este blog. Transcurridos 5 minutos aproximadamente, incorporamos el vino, el caldo, la mostaza y finalmente la leche o nata, (en función de lo ligero que queramos el plato).

Dejar cocer 10 minutos, triturar y pasar por el chino. Ponemos a cocer la salsa nuevamente hasta que adquiera la textura de una crema.

Mientras esto sucede, cortamos las pechugas en tiras y picamos los anacardos. Incorporamos el pollo  a la salsa y lo dejamos cocer otros par de minutos para que se integren los sabores. Poner a punto de sal y servir con los anacardos picados por encima a modo de decoración.

Nota: un buen acompañamiento podría ser un arroz de grano largo cocido.

Nota 2: los anacardos también podrían ir integrados en la salsa como si de la almendra que le ponemos al pollo en pepitoria se tratara y así le daríamos más sabor y espesor.

Buen Provecho y Buena Suerte.